jueves, 17 de diciembre de 2009

Borrón y cuenta nueva

Debo de acabar ya con toda esta tontería, tengo que cortar de raíz o poco a poco me va a matar, y quiero decírtelo en persona, quiero poder explicarte, o intentarlo, como me siento y el por qué he tomado esta decisión, a lo mejor no es eterna, pero quiero intentar cosas, y últimamente solo lo paso mal aun sabiendo que no debería.
Quiero que el cariño a otras destinado que nunca me mostraste no duela, que los te quieros públicos que no me dedicaste no ardan al verlos para otra, quiero ser totalmente indiferente a tu vida amorosa, quiero no llorar por las noches por lo que creí superado, no quiero discutir, no quiero sentir lo que he sentido, quiero poder hablar contigo o ver lo que escribes y decir "me da igual" quiero no tener que deshacer el nudo que se me hace en la garganta al entrar a tu tuenti, al msn, o a lo que sea, quiero ser normal, quiero que no me importe quiero poder tener un trato normal, y no se como lo puedo conseguir, no quiero quererte, creo que cada vez lo hago menos, pero no se si es verdad o me intento convencer.
Quiero valorarme un poco más, quiero no sentirme una mierda, quiero creer que puedo ser algo para alguien y olvidarme de ti antes.

martes, 1 de diciembre de 2009

Vuelve

Y de nuevo, vuelve a mi, después de medio año intentando convencerme a mi misma de que no te quiero de que no siento nada por ti, de que has salido de mi vida para siempre, vuelve, como una pluma que el viento devuelve lentamente.
¿Cómo puedo deshacerme de esto que me quema por dentro y me corroe la conciencia?
¿Cómo se deja de querer? Explicamelo tú, tu has sabido dejarme de querer, bastante fácilmente por lo que veo, y lo que peor llevo es que todo lo que te dije de hacer entonces, viajes, cambios.... lo haces ahora, ahora que yo no sirvo para nada ni tengo papel en tu vida, lo odio, odio no poder estar contigo, odio quererte y mucho mas no ser correspondida, odio.... ¿para qué nos vamos a engañar? Me odio a mi misma, mucho más desde que me siento tan inutil, tan poco querida, tan abandonada.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Lo siento

Me siento tan inferior, fea e incapaz de tener una relación, siempre soy la querida, o un simple royo, hace tiempo que nadie me dedica esfuerzos o cariño alguno, hace tiempo que me siento muerta por dentro, que creo cada vez menos que pueda encontrar a alguien, me siento tan por debajo de la gente que no se como puedo cada día mirarme al espejo y sentirme otra cosa que no sea fea, hace tiempo que no me siento guapa, atractiva, hace tiempo que no creo que tenga nada especial que dar a nadie, que creo que nadie me necesita porque realmente no aporto nada, solo estoy ahí, soy esa opción final que siempre estará ahí pero que nunca llegará a ser nada, pues nada valgo ningún valor tengo para nadie.

Y me siento tan sola, tan necesitada de cariño, y tan poco expresiva, y cuando me abro, ¿qué me encuentro si no desprecio?

Tantos años haciéndome una coraza, una barrera para que nadie la traspasase... me he quedado tan sola, que no se como romperla sin sentirme rara o violenta, realmente no soy una roca, necesito cariño, pero me es complicado expresarlo, no es mi estilo pero lo necesito, ¿es tan difícil hacer a la gente ver que no soy tan diferente, fría o distante?

Me siento tan impotente, tan bocazas, tan poco delicada para ciertas cosas, ¿acaso se como es tener una relación normal?

¿Acaso tuve alguna? no, claro que no, quien nada tiene nada vale.

¿Y de que me sirve poner esto aquí, si cuando te veo soy incapaz de decirte las cosas claras? ¿Si a última hora me acongojo?

¿Qué son esto sino palabras perdidas que ya nadie lee?

Te lo pongo aquí porque soy una cobarde, porque se que nunca llegarás a leerlo, lo siento, lo siento con todas mis fuerzas

No sabes como me gustaría que tuviésemos una relación más cercana, con más confianza, lo que daría por poder contar con una persona tan estupenda como lo llegas a ser tú. Pero claro, a la hora de decírtelo me entran las dudas y me echo atrás, lo siento.

viernes, 30 de octubre de 2009

Se hace camino al andar




















Mirame fijamente a los ojos y dime, ¿qué ves?
Ahonda, profundiza, piensa en que hay detrás de estos ojos marrón oscuro, esos en los que has visto todo tipo de expresiones, amor, deseo, tristeza, odio, incluso fingida indiferencia.
¿Acaso valgo ya menos de lo que llegué a valer?¿Esque soy una persona diferente?
Ahora estos ojos miran al infinito intentando saber algo de lo que sobrevendrá, aun no comprenden que ya lo saben, acontecerá lo que decidan, lo que yo forje para mi, nada de terceros, yo, sólo yo decido mi futuro y pienso hacerlo todo lo mejor que se, pues ambos sabemos que no puedo estancarme en el pasado, en recuerdos, en ilusiones muertas y enterradas más hondo de lo que en principio yo quería.
Mirame, he cambiado de vida, de rutina, de gente y realmente soy mucho más feliz de lo que recuerdo haber sido, ¿puedes verlo?¿puedes notar el cambio?

Ya no hay temor en estos ojos, tengo los pies bien plantados y un gran camino por andar en el que encontraré de todo, alegrías, penas, sorpresas, ánimos y frustraciones, pero hacia tiempo qeu no tenia algo tan claro, voy a echar a andar y aprender y disfrutar con cada paso, no dudaré de mi, pues el camino está hecho para mis pies, asi que, si tras esto soy distinta, sabras qye estoy avanzando, y paso a paso me reafirmo y me siento mas realizada, aqui se bifurcan nuestros caminos, asi pues, andemos.

lunes, 26 de octubre de 2009

La sombra de mi sueño

Sentí el peso de su cuerpo contra el mío, su cadáver yacía en mis brazos, le giré la cabeza hacia mi con intención de confirmar mis sospechas sobre quién era, suponía menos de un segundo averiguarlo.
Desperté bruscamente, me encontraba en mi pequeña habitación, a oscuras, con el cuerpo empapado en sudor. De repente, creí ver una sombra ir de una esquina a otra de mi habitación, silenciosa y rápidamente, haciéndome dudar si era real o sólo un delirio más de mi turbada mente. En el horizonte despuntaba el alba; decidí salir para despejarme. Caminé por las calles empedradas de la pequeña ciudad en la que nací y que no he vuelto a pisar desde que acontecieran los hechos que me dispongo a relatar.
Llegué a una plaza desierta, con casas de tres plantas que se alzaban imponentes alrededor de aquel espacio, moles de piedra oscura y desconocida para mi; no recordaba siquiera haber visto u oído de un sitio así en mi ciudad, a pesar de los años transcurridos viviendo en ella, jugando por sus calles; nada que conociese de mi pequeña ciudad natal se asimilaba a esta extraña plaza con casas como guardianes eternos, impasibles ante el paso del tiempo. Caminé por la plaza y rodeé una de las casas; todo parecía totalmente desierto, sólo oía mis propios pasos. Aquello me empezó a crispar los nervios; realmente no sabía que hacía allí, pues no caminaba con destino concreto cuando salí. Quise irme, pero una fuerza sobrenatural me instaba a quedarme allí, me llamaba en quedos susurros transportados por el viento. ¿Me estaba volviendo loco? ¿Acaso no podía ser todo aquello producto de mi febril estado?
Oí un ruido en la calle en la que estaba, justo detrás de mi, me di la vuelta, ansioso de de encontrar a alguien que no fuese yo.
Me encontré de frente con una figura , no sabría decir si hombre o mujer, alta, ataviada con un largo y ancho abrigo de color negro , llevaba la capucha echada; cuando me habló, no pude contener mi asombro, su voz era suave, me era familiar, pero no la lograba ligar con alguien conocido; me preguntó por el motivo de mi llegada a aquel lugar y al contárselo me desveló lo que me ocurría, por qué llevaba semanas soñando lo mismo para después despertar en las condiciones que lo hacía.
Todo era tan sumamente preciso que un escalofrío recorrió mi cuerpo. Cuando ese ente acabó su exposición me reveló que, como todos los antiguos habitantes de esa desierta plaza, acabaría muriendo, y sólo era cuestión de tiempo. Anhelaba saber más, mi mente estaba famélica de más información, pero cuando quise abordar de nuevo a aquel ser con mis preguntas, este ya se había esfumado.
Aterrado caminé por las calles de la ciudad en dirección a mi casa; la imagen del cadáver de mi sueño era recurrente mientras andaba; agradecí que empezase a llover, pues el contacto con las heladas gotas de lluvia me hizo volver a la realidad y corrí entonces, para guarecerme lo antes posible, hacia mi casa.
Al llegar, toda la casa se hallaba oscura, desierta; me vino a la mente la idea de aquella plaza, lóbrega, solitaria, muerta por dentro y por fuera. Mi casa ya no me hacía sentir seguro ni cómodo, cogí las pocas pertenencias que eran algo valiosas o simbólicas para mi y en aquel mismo instante me marché, y justo antes de cerrar la puerta por última vez oí, o creí hacerlo, un suave susurro que rezaba “te seguiré” con voz muy queda. Todo mi cuerpo sufrió un pequeño espasmo porque de repente el ambiente se volvió más frío de lo normal. Salí a la carrera de la casa, al igual que de la ciudad, me mudé a un pueblo a kilómetros de mi amada ciudad; pero los sueños persistieron, de nada sirvió huir, sino para encontrarme un poco menos aterrado, ella me encontraría pronto.
Mi pluma recorre ávida estas líneas que intentan prevenir a todo el que tenga los mismos sueños que yo reiteradamente de que se acerca al fin de su existencia inexorablemente, que no tiene nada que hacer. Pues intenté todo y he acabado resignándome, pronto llamará a mi puerta para llevarme con ella a descubrir mundos nuevos, lejos de la tortura que viví en este. Mi vida se consume rápidamente al igual que la vela que me alumbra esta noche mientras escribo. Al alba dará conmigo, y me encontrará aquí, en una cama postrado, igual que cuando la ví por primera vez ir como una sombra por mi habitación. Pero, haré su trabajo antes de que me encuentre, me hallara muerto, sólo tendrá que guiar mi alma. Y si esto no ocurre así, si no muero, entonces se puede decir que realmente caí en la locura, y será un gran alivio para todos, para todos menos para mí, que, consciente de mi propia locura, no viviré tranquilo hasta que ella vuelva por mí.





Kure


Lo único que conservo de todo lo que llegué a escribir.
Tonto apego a las palabras.

domingo, 27 de septiembre de 2009

De vuelta en la espiral

Y vuelves a darte de bruces con lo mismo de siempre, con un si, pero no, un continuo cambio que me engulle y me desconcierta, y lo peor es que acabo de acostumbrarme a esas cosas...
Si, ya sabes por quien va, si no lo sabes a lo mejor te pedí demasiado cuando te pedí que pensases un poco las cosas, a lo mejor el error no es siempre mio, a lo mejor esta vez fallaste tu, y no soy tan sumamente inútil.
Pero esta sensación de malestar no se me acaba de ir, no me quiere abandonar, acopló sus garras en el fondo de mi ser, es no tener ganas de nada, no disfrutar de lo mas simple y tampoco lo mas complejo, es ahogar mi alegría cada vez que hay indicio de ella.

Y no se a que atenerme, me siento bastante defraudada, engañada y manipulada, me siento totalmente estúpida y no veo nada bueno en mi, me siento hundida, atrapada, sin manera de ver el rayo de luz, sin poder ver mas allá de la oscuridad, hacia tiempo que no me sentía tan ultrajada, tan... así, y no lo quiero sentir, no lo soporto, no me beneficia en absoluto, lo odio, te odio a ti por crearme esta sensación, porque espere mas de lo que en realidad había, porque en el fondo no sois muy diferentes.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Looking for myself

Y, de repente, te vuelves bueno y maravilloso, atento, detallista, todo lo que te negaste a ser durante nuestro tiempo. Me cuesta tanto creer que seas así, que a mi no me dieses nada y a otra le des todo, cielo, tierra, tu aliento y tu tiempo, ese que tan poco me diste...
Me crispa, me altera, me nubla la vista y ensordece mis oídos, me hace preguntarme el tipo de persona que soy que tan poco merecí de tu atención durante año y medio, me hace sentir inferior, menos que nada, una simple mota de polvo que puede pasar totalmente desapercibida y en la que no merece la pena fijarse.
Me siento esa persona que siempre estuvo ahí, que lo dio todo por nada, que removió cielo y tierra por ver a alguien que ni siquiera necesitaba de ella, me siento estúpida, anónima y poco valorada, siento que me has pisado, y que yo muy amablemente me he tumbado ante ti para que me pises, para que quedes por encima.
Y ahora, ¿qué vale todo esto? ¿qué valen todos mis argumentos, razones? nada, como siempre todo lo que yo alegue se devaluó hace tiempo, cuando yo me tendí ante ti con una confianza ciega, cuando me rendí a tus pies confiando en que serías digno de ello.
Sigo buscándome a mi misma en este caos de sensaciones que cada día cambian, albergo aun tantas en mi interior que merecen ser descubiertas, sin embargo, ¿por qué aun me siento mal, como si fuese la mala de esta historia, como si fuese yo la que lo mando todo al garete?

Ojala fuese fácil encontrarme, ojala la ayuda sirviese de algo, ojala no fuese tan sumamente estúpida.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Caricias














Y de repente un escalofrío recorrió, a la par que tu dedo índice, el largo de mi espalda desnuda para acabar en mi cuello con un beso como broche final.
Por fin te sentía a mi lado, haciéndole creer que no te separarías de mi ni un instante.
Tus besos embriagaban mis sentidos y anulaban mis, ya de por si, escasas defensas.
Sin embargo un capricho del destino quiso que, por un solo instante, parases bruscamente tus caricias, incorporándote lentamente te levantaste y te marchaste de mi acogedora cama sin mediar palabra. ¿Por qué? Me preguntaba yo entonces, era suya, sin barreras, temores, defensas o impedimento alguno.
Entonces comprendí que había estado muy cerca de quedar anulada, y que gracias a eso, a que sin previo aviso interrumpieses tus caricias, no volvería a mostrarme débil con nadie, pues como tú, su afecto podría cesar de un momento a otro y dejarme totalmente desarmada y descompuesta.

Calor de nuevo

Volví a sentir el calor del sol en mi cara,¿cuantas veces hasta entonces me habría perdido el placer de disfrutarlo? Muchas, seguro, hasta ese momento había vivido en una burbuja confortable, pero irreal y poco duradera, yo sola me había creado mi cómoda prisión , poco a poco y sin darme cuenta, o eso quiero creer.
¿Y por qué, si cada día me irritas más, sigo llamando? Se que ya no te echo tanto de menos como antes, el hábito hace al monje, dicen. Sin embargo, creo que lo que necesito son mimos, cariño, cosas que la gente no está acostumbrada a darme, y por ahora eres el único que lo hizo. Supongo que sin nadie que me anime o me de cariño y mimos me es muy difícil desengancharme de ti.

lunes, 27 de julio de 2009

Tomorrow

Y quizás sean temores infundados, después de tantas risas, tantas bromas, tanto volver a sentir que soy alguien y que puedo darte algo que me caracterice, como siempre, algo que me haga única, que me distinga, que te haga apreciarme por algo mas que lo que se ve, lo se, no soy nada del otro mundo, las hay mas guapas, las hay mas listas, las hay mucho mejores que yo, aun así me gustaría saber que puedo dar yo a alguien, que me hará diferente que hará que la gente adentre y pase de las barreras físicas....
Lo sé, vuelta a lo mismo, y es tan difícil pensar que no desaparecerás tan rápido como llegaste a mi vida....
Tonta ilusa, demasiado rápido te acostumbras a alguien bueno, majo y simpático.
Odio no saber como acabará todo, odio la incertidumbre del mañana sin saber si será sin ti o contigo...

sábado, 18 de julio de 2009

Gris

Y pasamos de la afinidad mas intima al frío que hiela y entumece el cuerpo
y cada día que pasa siento que no se que debo hacer, que te debo de decir para que entiendas lo que siento y veo que no me crees
que poco a poco te has desvinculado de mi como yo no puedo hacerlo, y son tan duras esas horas donde te quiero tener junto a mi con caricias eternas y no hay mas que una cama vacía, y es tan ardua la tarea que me queda por delante que sola no se como abordarla.

Y tu, distante, independiente y sin volver la vista atrás para verme rezagada en los recuerdos, no tengo claro lo que sientes o piensas, no cedes un ápice, te atrincheras tras barreras que no dejas penetrar y, finalmente, me desespero, no puedo mas, no puedo luchar eternamente, no puedo dejarme la piel por intentar comprender lo que sientes si no me dejas un resquicio de confianza.

Sentada, sola y alicaída paso el tiempo hasta que por fin escribes un "hola" y peor me encuentro cuando tras ese hola solo se encuentra formalismo sin animo ninguno de abrir por fin la coraza.

Mas seguiré aquí, esperando, como siempre, por ti, por mi, porque no puedo seguir adelante y me he dado cuenta, porque cada día me supone un mundo sin ti aburrido y oscuro, porque se esta apagando todo lo que daba color a mis días.

miércoles, 15 de julio de 2009

Cuando menos te lo esperas.

Y entonces, poco a poco, comienzas a vislumbrar un pequeño haz de luz en lo que hasta hace apenas minutos era completa oscuridad, vuelves a ver mas allá, no solo 2 metros por delante, vuelves a reír, a sentir que sigues viva por dentro, que no todo esta muerto como creías.
Y aun así, en tu cabeza da vueltas la misma idea, los mismos recuerdos, que hacen aflorar el salado liquido en tus ojos, intentamos dejarlo atrás, borrar, como si de apuntes se tratasen, olvidar, mas el ser humano no está hecho para eso, estamos condenados a recordar, a no dejar pasar las cosas por mucho que queramos, sólo así podemos aprender de los errores cometidos, aunque siempre nos sentimos mal, al rememorar cosas pasadas junto a alguien nuevo, alguien en quien depositamos nuestras esperanzas, donde esperamos encontrar un rinconcito de comprensión y apoyo, donde queremos encontrar de nuevo las ganas de volver a vivir lo vivido con mas intensidad y con menos errores, sin embargo,¿cómo, queriendo eso y estando con esa persona, somos capaces de ponernos a pensar, a darle vueltas a la cabeza, dejando escapar esa expresión de añoranza por lo pasado?
¿Por qué pensamos aun en lo pasado, a pesar de que volvemos a sentirnos como hacia mucho que no nos sentíamos? ¿Por qué dudamos de lo que queremos o lo que no?

Ciertamente somos total y completamente absurdos y complicados, y, sinceramente, ahora mismo, lo que busco, es reír, sentirme querida, o comprendida, quizás mimada, sentir que puedo dar algo a alguien, algo que no pueda dar otra persona, algo que me caracterice y me haga única.
Sin embargo, aun pienso en ti, aunque no lo creas, me sigue comiendo la conciencia tu recuerdo, es como si no quisiese que me repusiese a tu perdida, que te guardase luto constante, recordándomelo cuando mas a gusto estoy, sin dejarme disfrutar de un solo momento para mi.
Y esque odio tanto ese pinchazo en el cerebro, seguido por un nudo en la garganta, que arrancaría de mis entrañas todo lo que se pusiese de su parte para hacerme sentir mal cuando menos lo necesito y quiero, solo quiero sentirme bien conmigo misma, dejarme querer, sin tener que disimular las lagrimas que se me escapan al pensar en ti sin estar contigo.